Síguenos en

lunes, 30 de junio de 2014

De SICAV a SICAV y tiro porque me toca

Willy Meyer, cabeza de lista de IU a las europeas. / KIKE PARA. VÍA EL PAÍS

El eurodiputado Willy Meyer dimitió el pasado 25 de junio. Se descubrió que el Eurodiputado –junto a otros políticos nacionales de peso como Montoro, Arias Cañete o Elena Valenciano- había participado durante 2004 a 2009 en un fondo de “pensiones”  en Luxemburgo que tributaba a través de una SICAV.

En sí mismo, este hecho –inicialmente- ni es ilegal ni debería ser ningún problema más allá del choque ideológico que supone para un partido como Izquierda Unida, que apuesta por un sistema anti-capitalista, al menos eso nos cuentan sus oradores, mientras sus altos mandatarios invierten cantidades indecentes de dinero en SICAV que ni siquiera tributan en España. Para comprender este hecho deberíamos analizar que es una SICAV.

La SICAV (Sociedad de inversión de capital variable) actúan como fondos de inversión o fondos de pensiones en los cuales es necesaria una alta suma de capital inicial -en España hablamos de 2.400 millones de euros- y un gran número de participantes –en España 100- para poderse hacer efectivas. Como ventaja respecto otros fondos de inversión o de pensiones, las SICAV apenas tributan al estado -1% frente al 21% de los fondos normales- mientras no se vendan las acciones de los participantes, es decir, que mientras no se cambie de manos el fondo no tributa. Como contrapunto, es necesario informar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores  (CNMV) sobre los mayores accionarios de cualquier SICAV. Así el pueblo español puede hacerse una idea de cuáles son las mayores fortunas de España.

En el momento en que transferimos las cifras de una SICAV a Luxemburgo la cosa se pone algo más turbia.  Ya no necesitamos 100 accionistas y 2.400 millones de euros para formar un SICAV en Luxemburgo, sólo necesitamos 300.000 euros y no tenemos un mínimo de accionistas. Para colmo las SICAV luxemburguesas sólo  tributan de un 0.01 a un 0.05% de su capital y no hace falta informar a nadie sobre quién administra dichos fondos. ¿A qué nos lleva eso?

Muy sencillo, gracias a las facilidades de movimientos fiscales que supone la Unión Europea, las grandes fortunas continentales pueden almacenar su dinero en pequeños -o grandes- fondos de inversiones invisibles en SICAV tributando una miseria, generando el menor de los movimientos posibles y facilitando a las élites financieras esconder la cuantía de sus inversiones al fisco de sus países de origen. Esto último no es realmente así puesto que declaran –o deberían declarar- que poseen acciones en tal o cual fondo de inversión, pero en definitiva el dinero se encuentra en paraísos fiscales encubiertos como Luxemburgo, tributan allí y, nada puede hacer el fisco del país de origen para rascar algo de dicho dinero.  Todo muy bien atado y cerrado.

Me recuerda a los –ya casi desaparecidos- fascículos. Un tipo de producto, normalmente un objeto, souvenir, película, etc. que viene acompañado de una pequeña publicación escrita, una pequeña revista. El truco estaba –o sigue estando- en que el I.V.A. de los productos corrientes es del 21% mientras que el de publicaciones escritas tales como libros o revistas es solo del 4%. Técnicamente lo que se compra es una revista que regala como obsequio un objeto, por lo que el comprador solo paga el 4% de I.V.A. y así se consigue un producto final (fascículo + objeto) a un precio más competitivo –nada más y nada menos que un 17% más barato- . Las SICAV funcionan de una forma similar pero en vez de fascículos para construir tu navío en 10 prácticas lecciones se invierten millones de euros en fondos de inversión, esta vez con una rebaja tributaria del 20%.

El lector avispado ya se habrá dado cuenta de que estamos constantemente hablando de fondos de inversión o fondos de pensión. Eso, a la praxis, es invertir. Ergo existe la posibilidad de pérdida económica del dinero pues al final estamos “apostando” nuestro capital económico en un juego de fondos, divisas y product trading internacional. Nada más lejos de la realidad.

El funcionamiento básico pasa por socializar: los neo-liberales son muy, muy curiosos, incapaces de soportar el Estado en sus transacciones económicas a gran escala pero cuando hay pérdidas se convierten automáticamente en Karl Marx. Estos chicos son muy listos, ya les hemos visto actuar con anterioridad, si las cosas funcionan perfectamente –y no hay pérdidas-, aquí todos bien calladitos. Si el fondo de inversión pierde dinero se socializan las pérdidas y es entonces cuando el ciudadano medio tiene que cubrir con esas pérdidas de un fondo privado.  ¿Pero como puede ser esto posible? Fa-ci-lí-si-mo.

Resulta que el mal llamado fondo de pensiones de los eurodiputados no era un fondo de pensiones a la praxis, pues los propios europarlamentarios podían retirar el dinero en cualquier momento. Eso contradice todo tipo de fondo de pensiones –en los que hay que esperar hasta tener la edad necesaria para jubilarse, en su caso escasos 63 años-. Las fechas coinciden, pues hasta 2009 los sueldos de los eurodiputados venían dados por la legislación vigente. Pero a partir de 2009 en la Unión Europea entró  en vigor el Estatuto de los Eurodiputados, una normativa que establece el mismo sueldo para todos los miembros de la Eurocámara, así como la entrada del nuevo sistema de pensiones retributivas. Eso facilitó que el chollo se acabara.

Hasta llegar a esta situación –o solución- el fondo de pensiones había sido inflado con dinero público de los diferentes países de Europa. Hasta tal punto en que entre 2000 y 2009, el Europarlamento inyectó a este fondo 95 millones de euros, lo que representa el 68,5% de las aportacionestotales ingresadas en la sicav.


¿Qué pastel tenemos ahora?

El peor de ellos. Resulta que masivamente, antes de la incorporación del nuevo Estatuto, los europarlamentarios retiraron grandes cantidades del fondo de “pensiones” dejando en él un déficit de 207 millones de euros. Con todo el morro, a cara descubierta y sin tapujos. Las reacciones no se hicieron esperar, según El Mundo.

La Dirección General de Finanzas de la Eurocámara recuerda que estos compromisos de pago "están repartidos durante varias décadas" ya que no todos van a jubilarse al mismo tiempo. Pero también admite su "preocupación" sobre "el posible agotamiento del fondo". En este sentido, recuerda que el Parlamento Europeo -es decir, los contribuyentes europeos- es el responsable último de "garantizar el pago de los derechos de pensión para todos los antiguos y actuales eurodiputados que han participado en este fondo".

En definitiva, una treta más. La camorra actua de nuevo. Tenemos unos 58 eurodiputados españoles –a sumar los parlamentarios extranjeros- que se han beneficiado de un fondo de inversión privado hasta que les ha interesado y, a posteriori, lo han vaciado como aquellos ladrones de Ali Ba-ba, salvo que esta vez eran 58 en vez de 40. El agujero del fondo de pensiones es casi el mismo –algo superior- que el presupuesto destinado a prestaciones sociales en España. Es decir, los europarlamentarios que formaban parte del famoso fondo de pensiones han dejado un pufo del mismo valor que todas las pensiones, prestaciones por desempleo, educación, cultura, sanidad y fomento de empleo en España durante el 2014.

Más y más pasteles


“El fondo en cuestión se llama Fondo Age (Administración General del Estado) y está gestionado por BBVA. Como puede verse en su último folleto mensual, su tamaño es de 633 millones de euros, a pesar de que Mariano Rajoy congeló las aportaciones en 2012, entre sus primeras medidas de recorte, en una medida que afectó a los más de 610.000 partícipes que lo componen. Pese a esto, en 2012 los titulares realizaron aportaciones personales por 1,7 millones.”

“Conforme aparece en su memoria de 2012, el 6% de la cartera estaba invertido en fondos de inversión internacionales, mientras que otro 3% era para inversiones alternativas. Y analizando sus cuentas de 2013, (a partir de la página 30) pueden verse posiciones en activos como el fondo Morgan Stanley European Currency, Fidelity Euro High Yield, Invesco Euro Corporate Bond, Robecco High Yield Bonds, Amundi Funds Bond Euro Hifh Yield o Schroeder Japan Select Equities. Todos denominados en euro y todos registrados en sus respectivas sicavs luxemburguesas.”

La hipocresía de la casta en estado puro. Congelamos las aportaciones a los trabajadores públicos, pero les abrimos un plan de pensiones privado e invertimos el capital para que nuestros amigos del BBVA gestionen todo, dándoles un poder que no les corresponde. Un forero de burbuja.info nos explica cómo y porqué se creó este plan de pensiones. Cito textualmente:

"Se creo para compensar una subida salarial conforme al IPC que se tenía que haber producido y que por motivos presupuestarios no se produjo. Parte de esta subida salarial no efectiva, concretamente un 0,5%, se compenso con la creación de este plan.

No es voluntario. Puedes renunciar pero no te dan el dinero en vez de la aportación, y en los últimos años se lo han pulido también: con la crisis no hay aportaciones, ni ha habido compensación alguna, así que esta supuesta subida salarial se ha perdido”.

Efectivamente, más claro el agua. Yo no te subo el sueldo porque por lo visto no hay dinero suficiente para hacerlo –aunque suba el nivel de vida año tras año y, por lo tanto, todo sea más caro y tu pierdas poder adquisitivo- y te compenso con un fondo de pensiones obligatorio con la promesa de que ese fondo te reembolsará -en un futuro- lo que te corresponde. Al final ni futuro, ni reembolso ni nada. Una gestión ejemplar.


El caníbal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario