Chamanes de la nueva era (I)

Vivimos inmersos en una debacle económica mundial iniciada por las malas prácticas de la banca nacional estadounidense y, posteriormente, la internacional a partir de la caída de las torres gemelas en 2001. Hablo de debacle económica y no de crisis dada su extensión temporal. 7 años desde que explotó la burbuja inmobiliaria –casi- mundial y 6 desde que oficilamente explotó la española (como siempre los españoles con retraso o retrasados).

El objetivo fue salvar el tipo. De todo el mundo. Grandes y pequeños se empeñaban en demostrar que ni había sido culpa suya y que ni se molestarían en arreglar el estropicio hasta que llegara el papá estado a poner freno a la masacre. La demostración empírica de la insolvencia económica e intelectual de los neo-liberales, aquellos a los que el estado les molesta mucho hasta que tienen que rescatar sus empresas por su mala gestión o, simple y llanamente, para llevarse unos pocos miles de millones. Ese es el libre mercado que predican algunos.

Tengo muchas ganas de hablar del pasado pero reconozcámoslo, es mucho más divertido hablar del futuro. El futuro de nuestro país, de nuestro continente o de nuestro planeta. ¿Cómo ven el futuro mis escasos lectores?

Política

Barómetro oficial del CIS en abril 2014. Vía electometro.com

Nuevas fuerzas políticas irrumpen en el panorama nacional, partidos como Compromís, Equo, RED, Partido X o el archiconocido Podemos empiezan a inquietar a PP y PSOE. Analicemos un poco en profundidad que suponen nuevas formaciones para España.

El pueblo, cansado del bipartidismo improductivo ha decidido que las cosas han de cambiar. Para empezar tenemos a una derecha gobernante “liberal” incapaz de gestionar el eral público, implicada en demasiados casos de corrupción demostrando, empíricamente, que su valía en gestión de activos solo resulta beneficiosa para el sector más rico de la población. Como contrapunto sabemos que en España quien gobierna controla la justicia y por ello los casos de corrupción. Malas prácticas nos hacensospechar que la justicia y el poder tienen demasiado en común.

Un PSOE que no levanta cabeza, y me pregunto yo qué tipo de personaje es Alfredo Perez Rubalcaba incapaz de realizar una buena oposición en uno de los momentos más delicados de la economía española. Donde existe un malestar social generalizado reflejado en protestas ciudadanas –casi- mensuales.  ¿Qué tipo de opositor es? El opositor que sabe que poco se puede hacer, que las políticas sociales y económicas vienen impuestas desde Bruselas y que si PSOE estuviera en la palestra debería acatar las mismas decisiones que actualmente toma el PP, excepto las de carácter ideológico como la ley del aborto o la ley de dependencia –único tipo de políticas que el pueblo llano asocia como izquierdistas al PSOE, para todo lo demás: tanto monta, monta tanto-.

Nadie con algo de visión política espera un PSOE izquierdista, renovado, empujado desde las bases para que salten por los aires los apoltronados en la cumbre de la pirámide, la gente vive desengañada de estos tipejos, pues han demostrado ineficiencia, traición y falta de valores.

Contrariamente IU si está dispuesta a asumir parte de responsabilidad en éste prostíbulo que es la política española. Su oportunidad es única en la historia del partido pues puede recoger todos aquellos votos de desengañados por el PSOE e incrédulos por las nuevas formaciones. Su papel se está centrando en la captación de indecisos, desentendidos políticos que buscan una solución fácil al problema o, sencilla y llanamente, votantes de una izquierda moderada. Las bases de IU empiezan a caldear el ambiente y es algo que se puede percibir en los altos cargos que necesitan, inmediatamente, una purga selectiva. Por el bien de España los castuzos, lastre de IU debería dejar dignamente su sillón a nuevos porvenires políticos como ha hecho Willy Meyer –al pobre no le quedaba otro remedio-.

Las nuevas formaciones de izquierda han puesto el punto de mira en todos aquellos partidos oxidados que alardeaban de ser de izquierdas. Pues se encuentran con la ‘extrema izquierda’ soplándoles la nuca. Se estima que Podemos superará IU en sus primeras elecciones, aunque las manipuladas cifras del CIS no lo indiquen así.

Sondeo realizado por GESOP para El Periódico. Vía electometro.com

Tras esta clara amenaza por parte de la mal llamada extrema izquierda –si Podemos es a la izquierda su extremo no quiero imaginar que es el PP a la derecha- ha puesto nerviosos a más de uno que ni se esconde ni trata deocultarlo.

La decisión de la casta ha sido, ni corta ni perezosa, napoleónica: la unión hace la fuerza. Voces de ambos extremos de la balanza del bipartidismo empiezan a hacer resonar el eco de la coalición. ¿Recuerdan el eslogan de: ‘PPSOE misma mierda es’? Posiblemente lo veamos en directo. Pese a ser, claramente, una decisión a la desesperada, el bipartidismo tiene pocas opciones más para seguir legislando: su debilitación, cada vez más palpable empieza a hacer mella en sus bases –sobre todo del PSOE, al haber una alternativa real-. Veremos seguramente en la próxima legislación una coalición PP-PSOE que a muchos podrá indignar, algo comprensible, pero que significara el principio del fin.

La abdicación del Rey ha sido la fosa del PSOE, que ha traicionado sus principios originales y con ello, todos los valores que dice representar. En cambio, para los simplistas, votantes del PP, el PSOE sigue siendo la izquierda y un pacto con los rojos no se puede comer fácilmente, aunque sea por el bien común o para salvar la patria –como seguramente venderán dicha coalición-. El desastre es inminente.

¿Qué podemos sufrir? Algunos años de desgobierno, la implantación de un grupo de tecnócratas burocráticos legislando un país, nuevas imposiciones de la Troika y muchas, muchas más protestas.  

Pero no veamos el panorama de una forma derrotista, sabemos que contra una coalición PP-PSOE, que siempre ha existidito y aunque ahora se haga pública, poco podemos hacer. Lo verdaderamente importante es fraccionar el poder político y partir la tarta cada vez en más trozos para, finalmente, conseguir derrocar un sistema injusto, desproporcionado y para nada democrático cual David contra Goliat. Llegando a nuestro ansiado proceso constituyente.

David y Goliat de Tiziano